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Reserva Nacional Altos de Pemehue

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Época adecuada
==Época adecuada==
==Acceso== [[File:Cordillera-de-Pemehue-g2.jpg|thumb|right]] Para acceder a la Ruta Patrimonial desde la ciudad de Los Ángeles, ubicada en el valle central a 132 kilómetros de la ciudad de Concepción y 116 kilómetros de la ciudad de Chillán, usted deberá desviarse de la antigua Ruta 5 Sur a la izquierda o sur-este en el cruce con el camino Q-61-R, que une Los Ángeles con Santa Bárbara. Luego de avanzar 40 kilómetros, por un camino pavimentado, llegará a Santa Bárbara, pequeño pueblo situado en la ribera norte del río Biobío y que dispone de servicios y equipamiento para el viajero. En esta localidad, de marcada impronta rural, podrá abastecerse de los insumos básicos requeridos para su aventura, como también conocer un antiguo fuerte español, de frontera, ubicado en las cercanías de la plaza principal y a unos 200 metros del río Biobío. Nuevamente en marcha y siempre por la Ruta Q-61-R, avanzará 19 kilómetros, en dirección sureste, hasta el puente El Piulo que atraviesa el río Biobío, en su parte más angosta y profunda, y une las comunas de Santa Bárbara y Quilaco. Antes de cruzar el puente y a la derecha del camino, podrá observar un letrero vial que le indicará, la distancia al inicio de la Ruta Patrimonial (33,2 kilómetros). En el lugar, el río Biobío se presenta en una profunda y angosta garganta, de no más de 25 metros de ancho y 30 metros de altura, labrada sobre rocas por la acción de las correntosas aguas de este emblemático río. Luego de cruzar el puente deberá avanzar 1,7 kilómetros hasta la intersección de esta vía con el camino de ripio Q-75, que une las localidades de Quilaco y Loncopanguey girar hacia la izquierda en dirección a Loncopangue, pequeña entidad rural distante 6,5 kilómetros desde este último punto. En dicho trayecto podrá observar hermosas vistas panorámicas hacia el valle del río Biobío y los contrafuertes cordilleranos que lo rodean. Desde Loncopangue y siempre por el camino Q-75, deberá proseguir 12, 7 kilómetros hasta el Balseadero de Callaqui, ubicado frente a la primera comunidad indígena pehuenche del Alto Biobío; Callaqui. A partir de este lugar, y siempre por la ribera sur del Biobío, continuará su marcha por la Ruta Q-151, camino de tierra en mal estado que une el balseadero de Callaqui con el Fundo Porvenir y continúa hasta el muro de la central hidroeléctrica Pangue, hasta el acceso al Fundo, distante 5,9 kilómetros del balseadero antes mencionado. En la puerta de entrada al predio fiscal, un letrero metálico le dará la bienvenida a esta importante zona de protección y conservación de recursos naturales, entregándole, además, información acerca de la Ruta Patrimonial. Una vez que cruce el acceso podrá observar las viviendas de las familias pehuenche que habitan en la parte baja del predio y los restos, aún en pie, de las antiguas casas del Fundo Porvenir. Continuando con la marcha y a 2,7 kilómetros de la entrada al Fundo, se encontrará con la vivienda del Sr. Lizardo Urrea, baqueano y residente del sector por más de 40 años. En este lugar podrá descansar, estacionar su vehículo y efectuar los arreglos necesarios para la cabalgata de la Ruta, siendo posible, además, pernoctar. Desde la vivienda del Sr. Urrea, localizada frente al poblado de Ralco o Alto Biobío en la ribera sur del río Biobío, iniciará la cabalgata hasta el inicio de la Ruta, ubicada en el Hito N°1 o estero Cuyaqui, más o menos a 2 kilómetros de la vivienda antes mencionada. En dicho trayecto y bajo las grandes torres metálicas de las líneas de transmisión de las centrales hidroeléctricas Pangue y Ralco, podrá apreciar, en toda su magnitud, los efectos de la modificación del paisaje del valle del río Biobío provocadas por estos megaproyectos: gigantes de acero en ordenadas filas atravesando bosques, ríos y esteros; laderas montañosas sangrantes y profundamente heridas por los designios de la modernidad y, hacia el sur, la interrupción de la vida, la magia y de los ciclos básicos del formidable río Biobío; central y embalse Pangue. Luego de avanzar unos 600 metros desde la vivienda del Sr. Urrea y en un desvío del camino debidamente señalizado, deberá tomar la huella de la derecha, bordeando el estero Cuyaqui en dirección al Hito N°1. En este lugar y a un costado del Hito, encontrará una mesa interpretativa que le aportará valiosa información de la ruta: mapa de ubicación; tramos y distancias; atractivos y sitios de interés. ===En auto=== ===En transporte público=== ==Señalización== [[File:Cordillera-Pemehue-condor.jpg|thumb|400px|right]] Esta guía es un complemento indispensable para todos aquellos que deseen recorrer la Ruta Patrimonial Alto Biobío: Circuito Las Araucarias de la Cordillera de Pemehue, permitiendo al viajero relacionar las indicaciones y señalética de la ruta con el material escrito, cartografía e imágenes asociadas para cada tramo del recorrido. La ruta esta compuesta por 20 Hitos de interés patrimonial, debidamente señalizados y ubicados generalmente, a la izquierda de la huella. Para una mejor orientación, estimación de los tiempos de desplazamiento y comprensión de la ruta y de su entorno, ésta ha sido dividida en 5 tramos, cada uno de los cuales posee características específicas asociadas a cada uno de los Hitos, sitios de interés y tramos definidos. De este modo, la señalética implementada en esta ruta se divide en cuatro tipos según su función:
1. Baliza indicativa de Hito de interés patrimonial; poste de madera de 1,5 metros de altura sobre el cual descansa una placa metálica que indica el número del Hito, nombre y altitud. Con flechas blancas y negras, se registran las distancias hasta dicho punto y la distancia al Hito siguiente.
2. Baliza de continuidad de ruta; estaca de madera de, aproximadamente, 2 metros de altura que permite, en algunos sectores, una mejor orientación y señalización de la huella que debe seguir el viajero. Sobre la parte más alta se encuentra pintada de color rojo bermellón.
3. Letrero de bienvenida; ubicado en el acceso al Fundo Porvenir, entrega información general de la ruta; mapa de ubicación, tramos, distancias e Hitos de interés patrimonial.
4. Mesa interpretativa; se localiza a un costado del Hito N°1 o Vado del Estero Cuyaqui, presentando información detallada de la ruta y de sus principales atractivos.
==Descripción de la ruta== ===Tramo 1: Vado Estero Cuyaqui - Segundo Banco Aserradero=== *Distancia: 6,2 km. *Tiempo: 2 horas 30 min. *Temporada: Noviembre a marzo <span style="color:red">Cabalgata sobre huella de piedra ancha y bien demarcada, en ascenso y bordeando el estero Cuyaqui, observación de bosque nativo, paisaje y antiguos aserraderos. [[File:Cordillera-Pemehue-tramo1-a.jpg|thumb|400px|right]] [[File:Cordillera-Pemehue-tramo1-b.jpg|thumb|400px|right]] Al inicio de la ruta, en el vado del estero Cuyaqui, la huella sigue el antiguo camino de penetración forestal abandonado el año 1981, bordeando el cajón del estero Cuyaqui y los faldeos del cerro San Pablo. El estero Cuyaqui, en el punto de su cruce, posee un ancho de unos veinte metros con un lecho pedregoso y correntosas aguas que, bondadosamente, entrega al río Biobío unos quinientos metros aguas abajo, justo antes del muro de la central hidroeléctrica Pangue. Sus nacientes se encuentran en los filos de la cordillera de Pemehue, a más de 1000 metros de altitud y, a lo largo de un zigzagueante y encajonado trayecto de más de 7 kilómetros, sostiene y permite la vida de numerosas especies y ecosistemas de gran valor ecológico. En la primera parte del recorrido, de unos 1700 metros desde el vado del estero Cuyaqui, la topografía es abrupta, con fuertes pendientes, profundos barrancos y algunos derrumbes. La vegetación dominante es el bosque de roble (Nothofagus obliqua), raulí (Nothofagus alpina) y coihue (Nothofagus dombeyi) con importante presencia de quila (Chusquea quila). La huella, en esta parte, se encuentra en buen estado, debiendo el viajero cabalgar con precaución en los sectores que presentan deslizamiento de terrenos y en los cuales la senda es más angosta. A partir de los 650 m.s.n.m el paisaje cambia, apareciendo ante los ojos del observador, en ambos costados de la huella, una vegetación más densa, conformada principalmente, por renovales de coihue y raulí. Luego y siempre en ascenso, el viajero podrá apreciar un gran deslizamiento de terreno que atraviesa la ruta en el Hito N°2. En este lugar será posible observar los efectos de las perturbaciones naturales sobre el paisaje y la capacidad de recuperación del ecosistema, representada básicamente, por la colonización y re-vegetación, de una extensa área afectada por un derrumbe. En el lugar del deslizamiento, de unos 50 metros de ancho y 500 metros de longitud, desde la cabecera del cerro San Pablo hasta el río Cuyaqui, observará, sobre suelos pedregosos y desprovistos de vegetación, especies colonizadoras como quila y especies del género Nothofagus tales como coihue y roble. De acuerdo a información proporcionada por antiguos residentes del Fundo Porvenir, el derrumbe ocurrió a inicios de la década de los 80 y posiblemente, la construcción de la senda de penetración forestal, el tránsito de maquinaria pesada y fuertes precipitaciones habrían sido los detonantes de este proceso geomorfológico. '''Los antiguos ingenios madereros y sus impactos ecológicos''' A partir del Hito N°2, la ruta prosigue por el bosque de coihue, roble y raulí en dirección al Hito Nº3 ó Primer Banco Aserradero, ubicado a unos 300 metros de distancia. Ya en el lugar, sector descampado de, aproximadamente, una hectárea y que es atravesado por un pequeño estero rodeado de vegetación nativa, aparecerán ante sus ojos los vestigios de uno de los aserraderos que operó en la zona a partir del año 1972, mudo testigo de la intensa explotación maderera de las décadas del 70 y del 80. Entre los restos que el viajero podrá observar se encuentran dos máquinas locomóvil, de 8 y 12 caballos de fuerza, semi-enterradas y oxidadas por el paso del tiempo. Una de estas máquinas, con piezas metálicas y de madera incrustadas entre sus fierros, se ubica a un costado de la huella, completamente abandonada y cubierta de vegetación, expresión de la voluntad humana colonizadora y de las fuerzas naturales que limitaron sus deseos y anhelos. Epopeyas de antaño, hombres y máquinas en un desafío común: la conquista de Pemehue. También, será posible apreciar antiguas construcciones y los restos de una cabaña utilizada como puesto por los trabajadores de la época. El Primer Banco Aserradero fue uno de los primeros ingenios madereros de la Cordillera de Pemehue, iniciando sus operaciones, principalmente el aserrío de coihue, el año 1972 y cerrando faenas el año 1981. En aquellos tiempos, el aserradero tenía una producción de, aproximadamente, 4000 mil pulgadas diarias de madera aserrada y los locomóviles abandonados proporcionaban la fuerza motriz para una máquina aserradora y una canteadora. Luego del proceso de aserrío, la madera se encastillaba para, posteriormente, ser transportada en camiones, cuando las condiciones del clima y del camino lo permitían, hacia las casas patronales del Fundo Porvenir. El destino final de la madera eran canchas de acopio localizadas en la ciudad de Santa Bárbara, de propiedad de la empresa del mismo nombre y del antiguo dueño del Fundo Porvenir, Sr. José Ángel Ciappa. En períodos de plena explotación, es decir, entre diciembre y marzo, salían desde este sector, diariamente, entre 7 y 10 camiones, con 400 pulgadas de madera cada uno, principalmente coihue y raulí. A inicios de la década del 80 y debido a problemas económicos del propietario del Fundo Porvenir, el Primer Banco Aserradero paraliza definitivamente sus faenas, quedando en el sector y en el paisaje del área la impronta irrefutable de la acción depredadora del hombre: máquinas, sendas de penetración y los restos encastillados de más de 2000 mil pulgadas de coihue aserrado, en la actualidad en casi completa descomposición. Desde el Hito N°3 ó o Primer Banco Aserradero continua el ascenso por la antigua senda forestal, con un paisaje caracterizado por bosques de coihue, avellano (Gevuina avellana) y matorral de quila (Chusquea quila). En este trayecto, la topografía es escarpada y el cauce del estero Cuyaqui lentamente, comienza a ser visible desde la huella. La pendiente del río ha aumentado bruscamente y el valle del Cuyaqui se hace mucho más angosto y encajonado, con enormes ejemplares de coihue adulto en sus riberas. En este sector, la ruta va próxima al estero y otras especies vegetales, asociadas a ambientes de mayor humedad o uliginosos, podrán ser observadas, como laurel (Laurelia sempervirens), chilco (Fuchsia magellanica) nalcas (Gunnera tinctoria) y copihues (Lapageria rosea). Un entorno ecológico de inigualable belleza y dura cabalgata a orillas del estero Cuyaqui.
Luego de haber avanzado cerca de un kilómetro desde el Hito N°3, se aproxima al Hito Nº4 o Inicio del Camino Algodones, sector en el cual un antiguo cerco de madera le dará la bienvenida a una zona con características ecológicas y morfológicas claramente diferentes a los tramos anteriores. La denominación Camino Algodones es un irónico apelativo, otorgado por los antiguos trabajadores del Fundo Porvenir, a una parte de la antigua huella, de unos 700 metros de longitud, de naturaleza extremadamente dura y agreste. En este sitio y sobre el cauce del estero Cuyaqui, podrá observar enormes troncos arrastrados por las correntosas aguas del estero y, aguas arriba, magnificas vistas panorámicas hacia los bosques de araucaria de la cordillera Las Placetas. A partir del Hito N°4 la ruta va junto al estero Cuyaqui, mayoritariamente por su ribera izquierda. Se trata de una huella ancha con abundantes rocas y piedras de gran tamaño, situación que dificulta la cabalgata, siendo necesario en algunos sectores, avanzar caminando. Las características de esta parte del trazado, evoca la magnifica empresa, ingenio y esfuerzo humano desplegados en la construcción y habilitación de la senda, iniciada el año 1970 y finalizada el año 1974.
En el inicio del Camino Algodones, la densa vegetación se abre en un claro que permite al observador una hermosa panorámica desde el cauce del estero Cuyaqui hacia los cordones montañosos circundantes. Continuando su cabalgata el viajero podrá observar, junto a las riberas del estero Cuyaqui, bosques de coihue, avellano, quila y matorral de maqui (Aristotelia chilensis), con presencia ocasional de tineo o palo santo (Weinmannia trichosperma), chilco, laurel, nalcas y especies, la mayoría de ellas, asociadas a ambientes uliginosos. También, podrá escuchar las líricas manifestaciones del choroy (Enicognathus ferrugineus), del chucao (Scelorchilus rubecula rubecula) y del pitio (Colaptes pitius pitius); inspiración de la naturaleza en las alturas de Pemehue. Luego de avanzar unos 400 metros desde el Hito N°4 y siempre en ascenso, la huella cruza hacia la ribera derecha o norte del estero Cuyaqui, manteniendo características similares a las del tramo anterior, es decir, una densa y húmeda vegetación, rocas y piedras de gran tamaño y una rica biodiversidad asociada al lecho del estero. En la última parte del Camino Algodones, en un sector donde la huella atraviesa nuevamente el estero Cuyaqui (Hito N°5), enormes troncos caídos y arrastrados por la fuerza del torrentoso lecho, lo invitarán a una merecida pausa y descanso. Lugar ideal para una detenida observación de la flora y fauna, con una importante diversidad arbórea y arbustiva, helechos, nalcas y plantas medicinales, como poleo (Mentha pulegium) y menta (Mentha rotundifolia). No obstante ser estas especies introducidas, a lo largo del viaje y en diferentes ambientes ecológicos, podrá observar una gran variedad de plantas nativas de uso medicinal, usadas, históricamente, por pehuenche y colonos y asociadas, principalmente, al sotobosque. Especies de helechos, como el Llushu lawen (Hymenophyllum dentatum), para curar el ombligo de los recién nacidos; Llanca lawen (Lycopodium paniculatum), para sanar úlceras y tumores y Lafquen lawen (Euphorbia portulacoides) o remedio del agua. Una de las más afamadas es el Cachan lawen o cachanlagua (Erythraea chilensis), cuya infusión sirve para múltiples usos terapéuticos, entre ellos: fiebre, hipertensión arterial, depurador de la sangre en afecciones reumáticas, desórdenes circulatorios y hepáticos, como también estimula el apetito y favorece la digestión. Para los indígenas pehuenche 5 el uso mágico de las plantas era frecuente: así, el Huentru lawen (Ophioglossum vulgatum) era usado por las mujeres para engendrar hijos varones; el Huilel lawen (Hypolepis rugosula) ayudaba a los machi o chamanes a pronosticar males causados por Huekufu o demonios (1). También, se preparaban filtros de amor para provocar la separación de los amantes con plantas como el Huedahue (Gleichenia litorales) y el Latue (Latuapubzjlora), que era una de las más temidas y podía llegar a causar la muerte por envenenamiento pero que, usado en pequeñas dosis, tiene propiedades alucinógenas. Muy apreciados, aún en la actualidad, por sus propiedades medicinales y alimenticias, eran el apio del campo o Panul (Apium panul), el Panke o Nalka (Gunnera tinctoria) y el Chupón (Greigea sphacelata). Indudablemente, el uso del recurso forestal o Lelfunmapu era fundamental en la forma de vida de pehuenche y colonos, definiendo algunos de los rasgos principales de su identidad y particular cosmovisión. No sólo las plantas eran utilizadas, sino que, además, una enorme cantidad de hongos eran o son recolectados, dentro de los cuales cabe destacar más de diez especies del genero Cyttaria, asociadas al bosque de Nothofagus) especialmente a1 roble o pellín (N. obliqua) y a1 coigue (N. dombeyi), llamados changles y digüeñes. Luego de este breve repaso de nuestra flora nativa y de su enorme valor ecológico y cultural, se encuentra en el Hito N°5, a mil metros sobre el nivel del mar, dejando atrás 5,1 kilómetros de magnifica cabalgata. '''Un primer encuentro con las araucarias y su trágica historia en Pemehue''' Luego de un reparador descanso en el Hito N°5 y de una revisión cuidadosa de los aperos de montar, el visitante deberá proseguir la cabalgata a lo largo de una huella que se aleja del estero Cuyaqui en dirección al Hito N°6 o Segundo Banco Aserradero. En este tramo, la ruta es de mediana dificultad, con un substrato de tierra o trumao muy suave en algunos sectores y con piedras y rocas de mayor tamaño en otros, especialmente antes de llegar al Hito N°6 o Segundo Banco Aserradero. La pendiente de la huella también aumenta, siendo posible observar los efectos erosivos de la acción del agua. La vegetación predominante es el coihue y la quila, presentándose ésta de menor altura y más achaparrada, en un ambiente más árido y de menor humedad. La huella se encuentra a más de 1000 metros de altitud, en un paisaje caracterizado, entre otros aspectos, por el predominio de bosques de araucaria (Araucaria araucana) y de magníficos promontorios rocosos que delimitan los filos más altos de las cordilleras de Pemehue y de Las Placetas. Nuevamente, podrá escuchar el melódico canto del choroy, ave nativa que se alimenta del piñón, fruto de la araucaria y quién dispersa las semillas de este árbol centenario. Antiguamente, se esperaba que wawilma, un pequeño loro de los Andes meridionales (Enicognathus leptorhynchus), derribara los frutos, los que eran recogidos desde el suelo. La importancia de la araucaria, conocida en lengua mapuche como Pewen, no sólo radica en su valor ecológico, sino que además, en la capacidad sustentadora que esta conífera tuvo para el desarrollo sociocultural del pueblo pehuenche, desde épocas prehispánicas. Lo anterior, inclusive, los llevó a autodenominarse pehuenche o gente de las araucarias, denominando a los territorios donde crece este árbol Pewenmapu o Pewenento: tierra o zona del Pewen (2). Crónicas muy tempranas dan testimonio de la importancia de este recurso en la subsistencia de los antiguos cazadores que habitaban esta región cordillerana, la que se ha mantenido hasta el día de hoy, a pesar de los profundos cambios culturales sufridos por los pehuenche. Al respecto, Mariño de Lobera, en 1760, señalaba: “El {{cita|El mantenimiento de esta gente casi de ordinario es piñones sacados de unas piñas de diferente hechura y calidad así ellas como sus árboles ... y es tan grande el número que hai de estos árboles en todos aquellos sotos y bosques que bastan a dar suficiente provisión a toda aquella gente, que es innumerable, tanto que de ellos hacen el pan, el vino y los guisados. Y por ser la principal cosecha a cierto tiempo del año, tienen grandes silos hechos debajo de tierra, donde guardan los piñones haciendo encima de la tierra en que están escondidos mui muchas acequias de agua ... porque a no haber agua encima luego brotaran haciendo nueva sementera y quedando ellos corrompios... También se destila dellos abundancia de resina blanca mui medicinal para diversas enfermedades ...” (3)|Mariño de Lobera, en 1760}}. Ya en el sector del Segundo Banco Aserradero, a unos 200 metros hacia el noroeste del antiguo emplazamiento maderero, se localiza la vertiente cuyas aguas dan vida y vigor al estero Cuyaqui, sitio al cual podrá acceder caminando, por entre los matorrales de quila y un sendero apenas visible. En el lugar, el visitante podrá apreciar una poza donde se acumulan las aguas en la boca de la vertiente, de unos cinco metros de diámetro y una caída de agua de tres metros de altura. Luego, un pequeño curso de agua, con un caudal estimado de uno a dos litros por segundo, da origen a las nacientes del estero Cuyaqui. El viajero podrá observar en este sitio, vegetación nativa como: helechos, nalcas y otras especies de flora, en un ambiente natural poco intervenido y rico en biodiversidad.
En el área de emplazamiento del antiguo Segundo Banco Aserradero o Hito N°6 y diseminados sobre un área con escasa cobertura vegetal, podrán ser observados los restos abandonados y en descomposición de innumerables troncos de coihues y araucarias, algunos de más de un metro de diámetro. En el lugar, habrían sido depositadas unas 10000 pulgadas de madera sin aserrar, mayoritariamente coihue. Las instalaciones y equipos de aserrío, operativas en aquella época, eran capaces de generar unas 1500 pulgadas diarias de madera, principalmente de araucaria. El coihue era procesado en el Primer Banco Aserradero, de acuerdo a la organización del trabajo de aquel entonces, debiendo ser trasladada la madera, desde los sectores más altos, en camiones o con la ayuda de bueyes. El esfuerzo de los trabajadores de la época era notable, no sólo en función de la rigurosidad de las faenas forestales en ambientes tan aislados y agrestes, sino también, por los largos desplazamientos que debían realizar diariamente desde sus hogares, localizados en las antiguas casas del Fundo Porvenir y en el poblado de Ralco, hacia los frentes de explotación localizados en la montaña. Un trabajador, en aquella época, realizaba el trayecto al Segundo Banco Aserradero en algo más de tres horas de difícil y extenuante caminata.
===Tramo 2 : Segundo Banco Aserradero - Mirador El Cóndor=== *Distancia: 6 km.
Unos 400 metros más adelante el río Butaco, importante afluente del río Biobío en la parte alta de su cuenca, se presentará ante sus ojos con tranquilas y plácidas aguas, rodeado en su cauce, de unos diez metros de ancho y no más de dos metros de profundidad, de abundante y húmeda vegetación, como también de una pequeña playa de arena y de grava que lo invitará a un merecido y reparador baño. Sin embargo, antes de lanzarse a las gélidas aguas del río, consulte su registro histórico de vida o carnet de identidad, aún cuando sus maltrechos huesos tengan una opinión algo diferente.
'''El punto final de la Ruta'''
Luego de su aventura acuática, la cabalgata continúa por unos cuatrocientos metros hasta el puesto Prados del Butaco, construido a orillas del mismo río por el Sr. Lizardo Urrea el año 1995. La huella atraviesa un hermoso paraje de terrazas más o menos planas, con el río a la izquierda y densos bosques de roble, coihue y ñirre a la derecha del viajero. Ya en el Hito N°20, podrá observar las antiguas construcciones y cercos de madera del puesto cordillerano. Pastos de verano y vacunos en el sector, le indicarán que la zona es una veranada de uso ganadero. Desde este lugar, podrá observar hermosas vistas al cerro La Moñuda (1783 m.s.n.m), ubicado a unos 3 kilómetros hacia el sur y al cordón de Huida hacia el este. Ha llegado a su fin el segundo día de cabalgata y deberá prepararse para acampar, recoger leña seca y brindar descanso a su caballo y a su maltrecho cuerpo. Se encuentra en el kilómetro 27 de la ruta Alto Biobío: Circuito Las Araucarias de la Cordillera de Pemehue, a 1063 m.s.n.m y con dos días de interesante y magnífica aventura.  
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