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Ruta Patrimonial Milodón

55 845 bytes añadidos, 03:27 12 nov 2009
sin resumen de edición
{{Rutas Patrimoniales}}
==Época adecuada==
 
==Ubicación==
 
La Ruta Patrimonial del Sendero de Chile
“Milodón: Patagonia a los pies del Macizo
del Paine” se ubica inmediatamente al sur
del gran macizo del Paine, recorriendo las
costas occidentales de los lagos Porteño
y Toro hasta el río Serrano, en el extremo
sur oriental de Campo de Hielo Sur. A 47
kilómetros al norte de la ciudad de Puerto
Natales, próxima a la cueva del Milodón,
el inicio de esta ruta patrimonial se
transforma en la puerta de entrada sur al
Parque Nacional Torres del Paine, paralela
al nuevo camino vehicular, una alternativa
para amantes de la caminata que quieran
conocer de manera directa los paisajes
australes y los hitos del patrimonio natural
más destacados.
 
==Acceso==
 
Para acceder a la ruta desde Puerto
Natales, tome la ruta a Cerro Castillo
siguiendo por esta vía 17 kilómetros de
ruta pavimentada, donde encontrará el
acceso vehicular al poniente a la cueva
del Milodón. Siga por esta segunda vía 9
kilómetros, donde se encuentra el centro
de informaciones y administración CONAF
(Corporación Nacional Forestal)
correspondiente al ingreso al Monumento
Natural Cueva del Milodón con 189
hectáreas. Siga otros 20 kilómetros por el
camino principal. A 600 metros al norte
de límite entre la comuna de Natales y
Torres del Paine, por costado poniente de
camino, se accede a estacionamiento e
inicio de esta ruta.
A la región de Magallanes y Antártica
Chilena se puede acceder vía terrestre, vía
aérea y vía marítima. Los vuelos arriban
desde Santiago, capital de Chile y Puerto
Montt a la ciudad de Punta Arenas. El
acceso terrestre se realiza atravesando el
territorio argentino, existiendo cinco pasos
fronterizos habilitados: Monte Aymond,
Río Don Guillermo, Casas Viejas, Dorotea
y San Sebastián (en Tierra del Fuego). El
acceso marítimo se realiza a través de los
canales patagónicos desde la ciudad de
Puerto Montt. Un detalle de estos diversos
accesos Ud. puede consultar en
www.sernatur.cl y/o www.patagonia-
chile.com
 
 
===En auto===
===En transporte público===
==Señalización==
Esta guía es un complemento
indispensable para quienes deseen
recorrer la ruta, permitiendo al
usuario relacionar las indicaciones
de la ruta con el material escrito,
cartográfico e imágenes para cada
tramo del recorrido.
La ruta está compuesta por 26 hitos
de interés patrimonial, debidamente
señalizados. Para una mejor
orientación, duración del recorrido
y entendimiento de los visitantes,
los puntos de interés se han dividido
en cuatro tramos independientes.
La señalética empleada en esta ruta
se divide en cuatro tipos según su
función:
Baliza indicativa de hito de interés,
baliza de continuidad de ruta,
letrero de bienvenida y
panel interpretativo
 
 
==Descripción General==
La Ruta Patrimonial del Sendero de Chile “Milodón: Patagonia a los pies del macizo del Paine”
se transforma en una de las alternativas más extraordinarias para los amantes de la caminata
y el excursionismo, que deseen no tan sólo visitar el Parque Nacional Torres del Paine por
su nuevo acceso sur, sino que además visitar ecosistemas característicos de las latitudes
australes, en perfecto complemento con una variada gama de vistas panorámicas de una
de las zonas más interesantes de la Patagonia chilena, la cordillera Paine.
Esta ruta se abre al público amante de la caminata y el ecoturismo gracias al aporte del
Ministerio de Bienes Nacionales, a través de su programa Rutas Patrimoniales y su Secretaría
Regional de Magallanes, del programa Sendero de Chile, coordinado por la Comisión Nacional
del Medio Ambiente, el Ejército de Chile y la Gobernación Provincial de Última Esperanza,
quienes con sus profesionales y personal de apoyo, han permitido no tan sólo dar un acceso
pedestre a tan emblemático sitio como es el Parque Nacional Torres del Paine sino también
poner a disposición de los ciudadanos de esta guía, que les permitirá recorrer la ruta de
forma segura e informada.
Son 45 kilómetros de caminata, bordeando los lagos Porteño y Toro, cruzando innumerables
arroyos, bosques y praderas, hasta llegar al río Serrano. Se sigue una huella paralela al camino
vehicular que permite acceder, desde el sur, al Parque Nacional Torres del Paine, reserva
mundial de la biosfera. Esta ruta es una invitación para la práctica del senderismo en La
Patagonia, uno de los escenarios naturales más espectaculares del mundo.
Este recorrido debe considerar como mínimo tres jornadas de caminata pausada no tan
sólo para efectuar un tránsito seguro y destinar los tiempos suficientes a la contemplación
de la vida natural y paisajes que predominarán durante el recorrido, sino también por la
existencia de sitios determinados, aptos para campamentos.
 
 
==Descripción de la ruta==
 
Esta Ruta Patrimonial del Sendero
de Chile se inicia al sur del lago
Porteño, en el extremo austral de la
Comuna de Torres del Paine. En su
trazado, paralelo al camino público,
se visitan a lo largo de los 45
kilómetros de huella, 26 Hitos de
interés patrimonial, vinculados a la
observación de flora y fauna, cursos
y cuerpos de agua y puntos
estratégicos como miradores
naturales con las más espléndidas
vistas panorámicas desde el sur, de
la cordillera Paine y glaciares de
Campo de Hielo Sur, como el Grey y
Tyndall con sus lagos y ríos
adyacentes.
El sendero se ha dividido en cuatro
tramos:
 
1.Desde acceso Sur a río Ventisquero
2.Río ventisquero a río Rincón
3.Río Rincón a río El Salto
4.Río El Salto a río Serrano
 
El primer tramo nace junto a los
humedales de inicio de ruta y
finaliza en el río Ventisquero. Es un
interesante recorrido de
observación de la vida silvestre para
un público general, sin ningún tipo
de dificultad salvo el cruce de cercos,
a los que, sin embargo, se les ha
hecho obras para facilitar su paso,
representando una extensión de 6
kilómetros e incluye 5 Hitos de
interés.
El segundo tramo se inicia en el río
Ventisquero y finaliza en el río El
Rincón. Se constituye en un tramo
especial para la observación no tan
sólo de la vida silvestre sino que
además la visita de numerosos miradores de los lagos Porteño y
Toro, junto a la contemplación de
las innumerables cumbres que nos
regala el macizo del Paine. Para un
público más especializado en
caminatas extensas, sin ningún tipo
de dificultad, este tramo representa
14 kilómetros de huella e incluye 7
Hitos de interés.
El tercer tramo se inicia en el río
Rincón y finaliza en el río El Salto.
Corresponde a un tramo de 7,2
kilómetros, que permiten acceder al
área de servicios junto al río El Salto,
sitio ideal para pernoctar y continuar
la caminata la siguiente jornada.
El cuarto tramo se inicia en el río El
Salto y finaliza en el valle del río
Serrano. Representa el tramo con la
mayor cantidad de miradores
naturales del macizo del Paine y el
tramo más extenso de la ruta con
sus 15 kilómetros de recorrido. Para
un público especializado en
caminatas sobre terrenos
accidentados y expuesto a fuertes
vientos, es una interesante
oportunidad para recorrer las
proximidades del Campo de Hielo
Patagónico Sur, con 10 Hitos de
interés.
 
 
===Primer Tramo===
 
Al inicio de esta ruta, usted podrá
observar un letrero de bienvenida,
junto al camino público, en un sitio
que permite cruzar el cerco existente.
Se interna por un interesante bosque
de ñirres (Nothofagus antartica),
entremezclados con bellos calafates
(Berberis buxifolia) especie típica de
la región de Magallanes.
 
En estos valles, en el año 1895, un
colono alemán, Hermann Eberhard,
que habitaba en los alrededores de
Puerto Natales, halló trozos de piel
del hasta entonces desconocido
Milodón (Mylodon Darwinii listai).
Este mamífero herbívoro, del género
de los gravígrados, semejante a un
gran oso, medía dos veces el tamaño
del ser humano. Los motivos de la
extinción de este mamífero hace 10
a 13 mil años aún no se esclarecen,
siendo posiblemente originados por
la caza de los primeros hombres que
habitaron la zona y cambios
climáticos que alteraron la cubierta
vegetacional de estos valles.
Dejando los pasos del Milodón, se
sigue por una huella bien marcada,
pasando junto a la ribera nororiental
de un humedal. Es allí donde
encontraremos un hermoso mirador
de este humedal, formación
recurrente en las depresiones
formadas luego del retroceso glacial
y en donde se pueden observar en
sus contornos una densa cubierta
de juncos (Scirpus californicus) y
cipreses secos. Estamos en el Hito
Nº 2.
Los juncos, pertenecientes a la
familia Cyperáceas, se desarrollan
en ambientes saturados de agua. Es
una especie perenne, con un tallo
subterráneo muy robusto que le
permite anclarse en el humedal
desarrollando una red de la que
brotan largos tallos aéreos
cilíndricos de color verde. En el
extremo del tallo producen una
pequeña espiga de color café con
granos que sirven de alimento a las
aves, mientras las cañas se usaban
antiguamente para la fabricación de
esteras.
Desde el Hito Nº 2, continúe 1,2
kilómetros, bordeando el humedal
a poca distancia, por terrenos
abiertos. Un pequeño río lo
acompañará por su izquierda, en
partes con un bosque algo
achaparrado, hasta llegar a un cerco,
el que deberá cruzar. En este punto,
se inicia un terreno plano de
praderas asociadas a una antigua
estancia desde donde se pueden
obtener, todavía a gran distancia y
siempre que el buen tiempo lo
acompañe, las primeras vistas del
macizo del Paine, así como los
evidentes signos de la intervención
humana en los valles.
Luego de cruzar el camino de acceso
a un refugio o puesto (lugar de
resguardo para las personas que
arrean ganado y que deben
protegerse de las inclemencias del
tiempo) que observará a su
izquierda, recorra unos 800 metros
de suave subida con rumbo general
al norponiente hasta llegar al Hito
Nº 3, junto a un pequeño arroyo,
obteniendo en el recorrido vistas
panorámicas de la laguna sin
nombre de la “Vega Casola” al
oriente, interesante cuerpo de agua,
por la visita de numerosos cisnes de
cuello negro que usted podrá
observar.
En el Hito Nº 3, además de un
merecido descanso, usted podrá
obser var el chilco (Fuchsia
magellanica) especie florística de
singular belleza, presente por lo
general junto a cursos de agua. Es
un arbusto perenne de hasta 3
metros de alto que requiere suelos
húmedos, ricos en materia orgánica,
con buen drenaje y humedad
atmosférica.
Su floración de un color rojo intenso,
se observa desde mediados de
primavera hasta el otoño, siendo
muy llamativa y abundante (foto
superior).
Desde el Hito Nº 3, siga unos metros
hasta encontrar una bifurcación,
ponga especial atención a la huella
pues en este sector el paso de los
animales convierte la senda en
múltiples vías. Tome la alternativa
de la izquierda para que, a poco
andar, descienda la ladera y cruce
un arroyo, en donde se pueden
observar antiguos coigües de
Magallanes (Nothofagus betuloides).
Recomendamos una breve parada
en este sitio, Hito N° 4, ideal para el
descanso, bajo las sombras de estos
hermosos árboles.
E n d é m i co d e l o s b o s q u e s
subantár ticos, el coigüe de
Magallanes es muy resistente a
factores climáticos como lluvia,
viento y nieve. Crece desde Valdivia
hasta Cabo de Hornos con tamaños
que alcanzan los 25 metros de alto,
de tronco recto y ramas tortuosas.
Florece en la primavera y sus frutos
con forma de pequeña nuez
maduran a fines de verano. La
madera, de color claro, en general
es de muy buena calidad y
resistente, características que la han
llevado a ser usada en construcción
y mueblería.
Sobre sus ramas y las de otras
especies de Nothofagus, crecen los
digüeñes, también llamados
quireñes (Cyttaria spp.,
Discomycetes). Son hongos
parásitos, de forma esférica y color
anaranjado, que dominan la franja
boscosa superior y maduran en los
meses de agosto, septiembre y
octubre.
Históricamente se han consumido
crudos y se han usado para fabricar
chicha; no obstante, se debe tener
cuidado, ya que los que crecen sobre
el coigüe adquieren un sabor
desagradable y pueden ser algo
tóxicos. Es escaso el conocimiento
de este hongo a pesar de su
consumo. Algunos estudios han
revelado la presencia de
compuestos con aptitud
antitumoral en los digüeñes.
Continuando el recorrido desde el
Hito Nº 4, pase por sector con huella
menos clara, algo inundado con
lluvia, unos 170 metros hasta llegar
a un cerco, el que debe cruzar. Desde
este cruce, tome su izquierda,
subiendo levemente la ladera
pudiendo observar siempre por
huella clara vegetación típica de
ambientes húmedos, como por
ejemplo, las nalcas, en un bosque
adulto de coigües.
A poco andar, se sale del bosque y
se comienza a transitar por la ladera
de la montaña. Son terrenos abiertos
dominados principalmente por
chauras (Pernettya mucronata)
y calafates (Berberis buxifolia).
Manteniendo la cota por la huella
principal, se obtienen en esta parte
del recorrido amplias vistas
panorámicas del valle, del lago
Porteño y de aquellos humedales
de inicio de la ruta.
Preste atención, luego de descender
la ladera observe a su mano
izquierda interesantes testigos de
erosión glacial en las paredes
rocosas, denotadas por los surcos
dejados en el fluir de los hielos en
tiempos pasados.
Ya en terrenos planos, pase por un
sector de suelos anegados para
luego continuar paralelo al camino
público hasta cruzar nuevamente
un cerco. Desde este último cruce,
considere 800 metros de recorrido
al norponiente hasta llegar a divisar
una hermosa cascada a su izquierda,
asociada al río Ventisquero. A poco
andar, desde allí y derivando al
oriente, accederá a zona de
campamento y camino público para
luego cruzar este río, por puente
vehicular, Hito N° 5.
Este lugar, además de servir para
descansar, es importante, ya que es
uno de los puntos más reconocidos
de acceso al cerro Tenerife, y de la
cordillera Prat en general. La zona
del cerro Tenerife se inserta en una
de las zonas con relevante
proyección para el desarrollo
turístico regional, básicamente por
las múltiples actividades de
montaña que se pueden realizar en
el sector.
 
===Segundo Tramo===
 
Inmediatamente luego de pasar por
el puente vehicular que permite
cruzar el río Ventisquero, cruce el
cerco, siempre siguiendo la huella
por la franja occidental, paralela al
camino público. El punto de inicio
de este segundo tramo se encuentra
señalizado e identificado con una
mesa interpretativa. La huella en esta
parte va relativamente cercana al
camino vehicular y, en general, se
trata de terrenos fangosos, aunque,
como Usted podrá observar, se han
hecho obras para facilitar su
recorrido. Siguiendo hacia el norte,
se ingresa a faja despejada entre un
bosque denso hasta llegar a una
tranquera. Es en este punto donde
puede observar un característico
liquen de los bosques de
Nothofagus, la denominada barbilla
o barba del monte (Usnea barbata),
útil por sus propiedades antibióticas
y teñido de tejidos.
Luego de cruzar la tranquera, siga 500
metros siempre hacia el norte para
llegar a unas praderas en donde, si es
un día despejado, se abren hermosas
vistas del macizo del Paine, aunque
aún un poco lejanas. Junto a una
pequeña laguna se llega al Hito Nº 6,
el primer mirador de esta ruta, el que
permite apreciar de forma magnífica
este cordón de montañas.
El macizo del Paine es un conjunto
de montañas dominadas por
torres de granito y el imponente
Paine Grande, coronadas de
glaciares y rodeadas de lagos de
color esmeralda, turquesa y azul
profundo. El área que lo circunda
ha sido designada, en 1978,
Reserva Mundial de la Biosfera,
además de Parque Nacional.
El cerro Paine Grande (en lengua
tehuelche significa “azul”), con 3.050
m.s.n.m., es el cerro de mayor altura
en la Provincia de Última Esperanza.
Su primera ascensión se registra en
el año 1957 con la legendaria
expedición italiana de Guido
Monzino, siguiéndole recién en el año
2000 el italiano Rolando Garibotti y
el francés Bruno Sourac.
 
Desde el Hito Nº 6, siga unos 1.000
metros junto al camino, hasta llegar
al camino de acceso a la Estancia
Complejo Torres del Paine, donde
deberá cruzar cerco de madera.
Continúe luego al norte cruzando
otro cerco y tome huella bien
marcada por terrenos abiertos,
dominados por densas chauras y
calafates. Empezará a ver ya las aguas
del lago Porteño inmediatamente al
oriente hasta llegar a encontrar un
pequeño arroyo, correspondiente al
Hito Nº 7, sitio ideal para obtener una
panorámica general de este cuerpo
lacustre y de especies florísticas tan
representativa de la Patagonia, como
lo es el notro (Embothrium
coccineum).
Al igual que el coigüe, el notro es
e n d é m i co d e l o s b o s q u e s
subantárticos. Crece en suelos
arenosos, pedregosos y húmedos,
desde el nivel del mar hasta los 400
m.s.n.m. en estas latitudes. Es un
árbol perenne con hermosas y
llamativas flores largas, tubulares,
de color rojo vivo y asimétricas. En
el extranjero es denominado “árbol
de fuego” en alusión a su floración,
que en Chile se presencia desde
septiembre a enero. Su fruto, un
folículo leñoso, se abre al madurar
en otoño.
La madera, de color rosado pálido,
tiene una veta que es muy apreciada
en mueblería. Su corteza y hoja
presentan cualidades medicinales
en neuralgias dentales y
cicatrización. Frente a dolores
estomacales, antiguamente se
recomendaba hacer una infusión
con la hoja y corteza del notro y a
ello se le agregaban cenizas y una
brasa candente bañada en azúcar.
Desde el Hito Nº 7 se bordea la
ladera por una huella clara
pudiendo observar a su paso
grandes troncos caídos,
manifestación de antiguos
incendios que destruyeron los
bosques vírgenes que cubrieron
gran parte de estas extensiones.
A 1,2 kilómetros al norte, luego de
cruzar un pequeño curso de agua,
se encontrará con un arroyo,
proveniente de una cascada que
podrá observar a unos 300 metros
al poniente. Este, como otros arroyos
pequeños, sin embargo,
desaparecen en periodos secos, por
lo que debe tener precaución en
abastecerse de agua sólo en ríos o
esteros mencionados en esta guía.
Además de poder contemplar el
cerro Tenerife en el sector sur
occidental, junto al anterior arroyo
recomendamos realizar una breve
parada de descanso y admirar la
flora nativa presente en este sitio,
Hito N° 8.
Destaca por su representatividad y
belleza de colorido el calafate, un
arbusto espinoso de 2 a 3 metros que
crece en terrenos abiertos a orillas
de cursos de agua y en los bordes
del bosque. De flor característica
amarilla, da un fruto en bayas
comestibles de color negro y
brillante, utilizadas principalmente
en finas mermeladas, jaleas y jarabes,
además de poseer colorantes
naturales que son utilizados en la
industria de alimentos. En medicina
popular se le asignan propiedades
curativas como antidiarreico y
antiséptico.
Dejando atrás el Hito Nº 8, a poco
 
andar, se abre una amplia
panorámica del lago Porteño. Tenga
precaución en seguir la huella
principal, la que a menos de 1
kilómetro del anterior hito,
desciende la ladera hasta llegar al
valle al nivel del lago Porteño,
siempre paralelo al camino
vehicular rumbo al norte.
Luego de pasar junto a un cerco
antiguo se llega a un tranquilo
estero, otra alternativa para realizar
un respiro en esta caminata y
admirar el cerro Tenerife, de 1.670
m.n.s.m., que con su forma cónica
ofrece para quienes lo ascienden
panorámicas al Campo de Hielo
patagónico Sur, cordillera Paine,
cordillera Prat y una serie de lagos
y bosques que lo rodean.
Su nombre se origina de los
primeros colonos españoles
(Familias Casola y San Román) que
llegaron al sector provenientes de
las islas Canarias, entre las cuales se
encuentra Tenerife.
Su primer ascenso se remonta a
1937 con el andinista argentino de
Santa Fe, el Dr. Gustavo A. Foster.
Posterior a ello, ha sido ascendido
innumerables veces, siendo
recordados los ingenieros italianos
montañistas que trabajaron en la
instalación del yacimiento
carbonífero de río Turbio en los
años 50.
Siguiendo la senda, llegará al hito 9.
Aquí usted se encontrará con el
camino vehicular, el que deberá
transitar por razones de fuerza
mayor. Continúe por él con mucha
precaución y siempre por su vereda
izquierda, por aproximadamente
1.000 m hacia el norte hasta retomar
la senda. El camino por el que
transita en este momento es una
obra reciente y fue construido para
disminuir las distancias entre la
ciudad de Puerto Natales y el Parque
Nacional Torres del Paine por el
Cuerpo Militar del Trabajo, una
unidad de ingenieros y técnicos del
Ejército de Chile. Estos hombres han
trabajado incluso en condiciones
climáticas muy rigurosas para
construirlo y facilitar el acceso de las
personas a estos escenarios
naturales tan importantes a nivel
mundial.
Para identificar el lugar de reinicio
de nuestro recorrido por el sendero,
usted encontrará, a su mano
izquierda una baliza de continuidad
y una escala junto al cerco. Por
aproximadamente 1.000 m,
continuará paralelo al camino, a
pocos metros de éste, para luego
internarse por las laderas y
quebradas de estos pequeños cerros
con un rumbo noroeste. Nos
acercamos al hito Nº 10.
Al internarse por la pequeña
quebrada que permite el cruce de
estos cerros, a su izquierda, podrá
ver que las laderas de los cerros
colindantes son muy irregulares.
Originados a partir de rocas
sedimentarias (las rocas que se
forman a partir de trozos y
materiales, minerales y orgánicos,
provenientes de la descomposición
y depositación de otros materiales),
estos cerros han sufrido una serie
de fracturas, volcamientos y
deslizamientos de grandes bloques
de las rocas que los componen,
desde las zonas altas a las bajas. Lo
anterior ha generado un paisaje
escalonado y abrupto, con zonas de
diverso desarrollo de la vegetación:
bosques maduros, renovales,
matorrales, sólo pradera y áreas con
roca desnuda. Al abandonar la
quebrada, usted. tendrá una
esplendida vista del cerro Tenerife
y como telón de fondo hacia el
norte, el macizo del Paine. Estamos
en el hito 10.
Durante los próximos 1.500 m,
aproximadamente, deberá subir y
bajar pequeñas cuestas entre coigües,
ñirres, chaura y algunos notros. En
esta parte, la senda es clara, puede
caminar con seguridad. En su
desplazamiento encontrará un
pequeño arroyo, recargue su
cantimplora, pues no encontrará más
agua hasta alcanzar el río Rincón,
aproximadamente unos 3.000 metros
más adelante.
Continuando el recorrido, el sendero
transita por zona con una delgada
capa vegetal, con presencia de
renovales de ñirres (Nothofagus
antarctica), notros (Embothrium
coccineum) y coigües (Nothofagus
betuloides). Avanzando, encontrará
un hermoso y pequeño humedal
con una lagunita en su centro.
Buena vista del cerro Tenerife (1.670
m.s.n.m.) y de unas cabañas de
turismo que se encuentran junto a
la desembocadura del río Rincón.
El lago Porteño lo acompañará
siempre a su derecha y al fondo las
partes más altas del macizo del
Paine que se dejan ver sobre unas
colinas cercanas.
Siguiendo el sendero perderá
levemente altura hasta llegar a un
sitio en donde la huella cambia
notablemente su dirección con un
rumbo de un casi neto Oeste. Asi
mismo, ya comienza a insinuarse un
tramo de subidas permanentes.
A los 30 metros se encontrará con
una roca con forma de mesa con su
cubierta inclinada de cinco metros,
la que deberá transitar luego de
subirse a través de un peldaño. El
sendero que en general en este sector
es amplio y bien definido le exigirá
seguir subiendo por unos 150 metros
y pronto se encontrará al interior de
un bosque adulto y sano con ñirres
(Nothofagus antarctica) y coigües
(Nothofagus betuloides). En los
siguientes 200 metros deberá sortear
dos pequeñas escalerillas naturales,
y transitará ahora por superficie
blanda aunque siempre seca.
Aparecerán helechos y algunos
coicopihues (Philesia magellanica).
Llamará también su atención un
robusto coigüe (Nothofagus
betuloides) con más de un metro de
diámetro. Ahora la pendiente del
sendero es mayor y serpentea de tal
forma que más de una vez se
encontrará mirando al sur. Hermosos
arbustos altos lo acompañarán por
ambos costados de su ruta donde
destacan: siete camisas (Escallonia
rubra), calafate (Berberis buxifolia),
romerillo (Chiliotrichum diffusum) y
chaura (Pernettya mucronata).
Caminando ahora sobre terreno
plano se encontrará con una baliza
de continuidad, teniendo el lago
Porteño a su derecha. Este lago, con
una superficie de aproximadamente
20 kilómetros cuadrados, vierte sus
aguas al lago Maravilla, cuerpo de
agua no posible de observar en esta
ruta.
Mirando al norte podrá contemplar
la parte final del lago Porteño junto
al istmo que lo separa del lago Toro.
Sector que da inicio a la península
del Toro, amplia sección de la Estancia
Complejo Torres del Paine, con más
de 5.000 hectáreas de formidable
aptitud ganadera y turística. Cabe
destacar que en esta estancia se
encuentra uno de los pocos bosques
de maitenes (Maytenus boaria) de la
Región de Magallanes.
El sendero es siempre ancho y bien
definido, será entonces fácil distinguir
una huella entre el bosquecillo y los
arbustos. Luego de avanzar unos 200
metros más, la superficie del sendero
se torna más blanda al estar
conformada por tierra de hojas. En
esta parte comenzará a subir y a
caminar por suelo rocoso y durante
varios tramos por sobre filos en la
roca desnuda. 100 metros más y se
encontrará con el mayor punto de
altitud, e inmejorable atalaya natural
con hermosas panorámicas,
correspondiente al Hito Nº 11.
En todo su esplendor contemplará
la cara sur del cerro Tenerife (1.670
m.s.n.m.) ahora a sus espaldas. Por el
norte el macizo del Paine destaca y
domina toda la zona resaltando los
cuernos del Paine (2.600 m.s.n.m) y
el monte Almirante Nieto (2.670
m.s.n.m.). Por occidente y de norte a
sur se nos presenta el cerro Castillo
(1.250 m.s.n.m.), el cerro Campana
(1.220 m.s.n.m.), cerro Ventana (1.180
m.s.n.m.) y al sureste el cerro Mocho
(1.350 m.s.n.m.) formando parte de
la sierra Manuel Señoret. Deberá
continuar por el sendero, siempre
sobre roca desnuda y atento a la
continuidad de éste, ya que no existe
una demarcación tan clara. Tenga
cuidado al comenzar a bajar entre
las rocas, el viento le puede jugar una
mala pasada.
Avanzando unos pocos metros, la
ruta comienza un claro descenso
buscando la orilla oriental del río
Rincón. El sendero se deja ver
claramente y en 250 metros pasará
junto a un rústico pasamanos que
atraviesa un antiguo camino que
conduce a una cantera. El paisaje es
siempre hermoso con el macizo del
Paine como telón de fondo. Se
encontrará luego con una nueva
baliza de continuidad ubicada
siempre a su derecha.
El sendero es siempre amplio y
limpio, atravesando sectores con
arbustos y matorrales bajos. Camine
en idéntica dirección y 300 metros
más adelante se encontrará con el
empalme de un sendero ecuestre
que conduce a un puesto de la
estancia que no es posible divisar
desde allí. Doble a la derecha y
continúe junto al río Rincón que
podrá oír a su izquierda.
Desde el último empalme, camine
no más de 500 metros para llegar
finalmente a una puerta. A un
costado de ella se ha construido una
escalera sobre el cerco para cruzar y
salir al camino vehicular y puente
sobre el río Rincón. Si opta por
atravesar por la puerta, no olvide
dejarla bien cerrada; en Patagonia
este es un gesto de educación que
siempre se agradece.
Cruce el puente Rincón y siga por el
camino vehicular unos 150 metros
hasta llegar al Hito Nº 12,
correspondiente al ingreso al
sendero e inicio del tercer tramo de
esta ruta.
 
===Tercer Tramo===
 
Para introducirse nuevamente en la
huella, ya una vez cruzado el puente,
fíjese en el panel interpretativo
instalado a un costado del camino
y que anuncia el tercer tramo.
Deberá caminar sobre un terreno
sobre raíces de matorrales, siempre
manteniéndose al poniente del
camino vehicular.
Luego de cruzar, un poco más
adelante, un delgado hilo de agua,
deberá tomar un rumbo general al
norte. Durante unos 400 metros
avanzará entre un bosque de
hermosos renovales de ñirres; la
superficie es ahora una hermosa
pradera con pasto firme. Junto con
empezar a ganar altura ingresará a
un bosque de coigües frondosos y
maduros, cruzando nuevamente un
riachuelo. Aunque existe una
pasarela, tome algunas
precauciones para su cruce y
aproveche de tomar y
aprovisionarse de agua.
Comience a disfrutar de los primeros
cipreses de las guaitecas
(Pilgerodendron uvifera) que irá
encontrando.
La huella aunque sigue un filo
rocoso es fácilmente reconocible.
Por ambos flancos encontrará
presencia de cipreses asociados con
coigües (Nothofagus betuloides).
Luego de avanzar unos trescientos
metros se internará en un bosque
de altos notros y coigües; aunque la
huella ya no es tan buena, está
claramente señalizada, lo que le
permitirá transitar sin dificultad. Una
buena cantidad de coicopihues
(Philesia magellanica) tapizan el
suelo, lo que le da gran belleza al
entorno, dependiendo de la época
de su visita. Unos pocos metros más
y junto a una corta pero fuerte
pendiente se encontrará con una
hermosa vista del cerro Tenerife
(1.670 m.s.n.m.) que muestra su cara
nor te c asi descubier ta de
vegetación y en fuerte contraste con
las laderas muy boscosas que
divisamos al noroeste; son señales
indesmentibles de los vientos
dominantes de la región, que
favorecen la vida en las laderas
surorientales. Aproveche de
inmortalizar este momento con un
par de fotografías.
Continúe en dirección al norte. Casi
en todo momento divisará el
camino vehicular a su derecha a no
más de 200 metros. Caminará sobre
roca y, en momentos, sobre cojines
de líquenes. Se encontrará con un
enorme botadero de áridos de las
recientes faenas de construcción del
nuevo camino. Deberá desplazarse
con cuidado sobre estas enormes
piedras. En un bajo, se enfrentará
con algunas dificultades para
caminar a través de unos 200
metros entre arbustos y espinos
altos. Luego de este escollo pasará a
otro sector donde sí se puede
transitar cómodamente. El botadero
lo acompañará en unos 200 metros
por su derecha, concéntrese en la
vista que tiene a su izquierda donde
tendrá una hermosa ladera
montañosa casi al alcance de su
mano. Tenga cuidado al cruzar un
conjunto de rocas existentes en el
lugar, cuya humedad las hace un
poco peligrosas.
Continuando el recorrido, podrá
observar a su derecha un importante
bosque de cipreses de las guaitecas
que ha visto favorecido su desarrollo
al encontrarse sobre una superficie
de turba. No dude en acercarse y
contemplar este par ticular
ecosistema natural. Podrá apreciar
cómo esta especie arbórea se
desarrolla exclusivamente en zonas
inundadas, sentir su especial aroma
y comprobar cómo el paso del gran
incendio de 1925 calcinó sus troncos.
Ya a 80 años, los cipreses nos
muestran sus renuevos, denotando
la regeneración del bosque en estas
turberas.
La turbera corresponde a una
formación de suelos heterogéneos
constituidos por material vegetal
descompuesta y minerales
acumulados a través de los años. Las
condiciones de mal drenaje luego
del retroceso de los hielos, en climas
fríos y lluviosos son las que favorecen
este tipo de formaciones particulares.
Las especies más representativas de
las áreas de turberas son el
m u s g o de turbera (Spagnum
m a g e l l a n i c u m ) , g r a m í n e a s,
cyperáceas y especies en cojín, las
cuales se entremezclan unas con
otras.
Cabe destacar que el alto contenido
de materia orgánica de la turba
permite que ésta sea un excelente
proveedor de humus, confiriendo
vigor a las plantas y vegetales y
promoviendo una mayor expansión
de las raíces. Esto la ha llevado a ser
utilizada como sustento fertilizador
en almácigos e invernaderos.
Siga por el borde occidental de este
turbal y luego ingrese al bosque
adulto. Considere algo más de 150
metros en el bosque hasta llegar a
un estero, correspondiente al Hito
Nº 13, el que puede cruzar con
precaución sobre un puente
construido en el lugar. Este es un
excelente sitio protegido de los
fuertes vientos.
Junto al estero, aproveche de
admirar un interesante bosque de
coigües, entremezclados en partes
con canelos, representando lo que
algún día fueron los bosques
maduros de estos valles húmedos.
Desde el Hito Nº 13, siga al
norponiente unos 300 metros por
el bosque, para luego salir de éste,
por una pronunciada subida que lo
llevará a través de chauras, notros y
coigües. Siempre por la huella
principal, continúe hasta llegar a un
sitio donde el terreno se abre,
enfrentando el extremo sur de un
humedal con un interesante
cipresal, el que deberá cruzar. Su
cruce ha sido facilitado con
pasarelas que lo dejan en el otro
extremo del humedal o humedal.
Nos encontramos en el Hito Nº 14,
hermoso sitio para la observación
de esta especie nativa protegida.
El ciprés de las guaitecas
(Pilgerodendron uvifera), especie
arbórea autóctona del cono sur,
representante más austral de las
coníferas, tiene hojas dispuestas
como escamas muy semejante en
apariencia al alerce (Fitzroya
cupressoides), pero dispuestas de a
dos en un mismo punto en forma
de cruz.
Se presenta generalmente pequeño
pero en condiciones favorables
puede alcanzar hasta 40 metros de
altura y 1 metro de diámetro en el
tronco. Su corteza es parecida al
alerce pero no rojiza, formando
bosques en partes puros.
En estos valles, este árbol está
presente en áreas muy restringidas,
debido a la extracción de su madera
y los incendios, razón por la cual ya
no forma bosques puros, si no más
bien se asocia con el ñirre y coigüe
de Magallanes.
Desde el Hito Nº 14, cruce este
mismo humedal en un tramo no
mayor a 100 metros, el que también
ha sido intervenido para mejorar su
caminata. Desde el extremo norte
del humedal suba paulatinamente
la ladera en partes rocosa, rumbo al
norponiente.
Considere no más de 800 metros de
subida bien pronunciada por laderas
rocosas, entremezcladas con
matorrales en terrenos con huella
menos clara, por lo que deberá estar
un poco más atento en la
orientación a seguir. Tome rumbo
general norponiente hasta iniciar
un leve descenso por la ladera,
donde se abren espléndidas vistas
panorámicas del macizo del Paine y
del lago Toro en toda su extensión,
correspondiente al Hito Nº 15, sitio
expuesto a fuertes vientos, por lo
que deberá tener máxima
precaución a posibles caídas.
El lago Toro, con numerosas
penínsulas y ensenadas, es el lago
más grande de la región, con una
extensión de 202 kilómetros
cuadrados y 320 metros de
profundidad. De aguas cristalinas,
presenta gran aptitud para la pesca
deportiva con la presencia de trucha
marrón y trucha arcoiris.
Desde el Hito Nº 15 seguir rumbo al
norte 400 metros para llegar a un
buen punto de referencia en esta
parte de la ruta: un puente natural
de roca sobre una quebrada, el que
le permite cruzar y seguir por
terrenos abiertos cubiertos por un
denso matorral y notros dispersos.
Desde el anterior puente natural de
roca, calcule otros 400 metros al
norte hasta llegar a una quebrada
con un arroyo que permite
abastecerse de agua.
Desde el arroyo siga con igual
rumbo algo más de medio kilómetro
y se encontrará con un cerco
antiguo, crúcelo observando a mano
izquierda una pequeña cascada del
río El Salto, que deberá atravesar
más adelante. Desde el cerco
antiguo, inicie una pequeña bajada
hasta encontrarse con un humedal,
el que verá a distancia.
Cruce el humedal o humedal e
inmediatamente se internará en el
bosque, a pocos metros dentro de
este bosque de coigües y lengas
(Nothofagus pumilio) deberá cruzar
el río El Salto, cruce correspondiente
al Hito Nº 16, sitio ideal para
pernoctar en área de servicios y
continuar caminando el último
tramo de esta ruta, en la siguiente
jornada.
 
===Cuarto Tramo===
 
Antes de iniciar este último tramo,
no olvide en llevar una buena
provisión de agua para beber
(mínimo 2 litros por persona), dado
que, dependiendo de la época,
posiblemente sea su última
oportunidad para conseguirla antes
de llegar al sector río Serrano,
término de esta ruta patrimonial.
Desde el río El Salto, siga
ascendiendo levemente la ladera
cambiando el rumbo al nororiente
hasta llegar a cruzar un cerco. A poco
andar podrá observar una pequeña
laguna al oriente, descendiendo la
ladera hasta toparse con el Hito Nº
17, sitio ideal para la observación de
una de las especies arbóreas más
representativas de estos
ecosistemas.
E n d é m i co d e l o s b o s q u e s
subantárticos, el sauco
(Pseudopanax laetevirens) crece
hasta los 1.300 m.s.n.m., aunque en
estas latitudes difícilmente crece
sobre los 50 m.s.n.m. en zonas
húmedas y boscosas o a orillas de
cursos de agua. Con un crecimiento
de hasta 8 metros de altura, este
árbol, de tronco grisáceo y liso, se
caracteriza por sus frutos azules a
fines de verano, que le dan un
colorido inigualable.
Desde el Hito Nº 17 continuar la ruta
al nororiente topándose a poco andar
con una pequeña laguna. Ya cruzando
enteramente este cuerpo de agua, se
deriva al norponiente, subiendo por
la ladera rocosa no más de 400
metros hasta llegar a un sector,
dependiendo de la época, algo
anegado por agua. Cruzar con
cuidado estos terrenos húmedos, para
luego seguir por un filo rocoso con
extraordinarias vistas panorámicas
unos 200 metros al norponiente.
Luego de un breve descenso, se
ingresa a un bosquete de lengas e
inmediatamente llega a un arroyo que
en periodos secos no aporta aguas,
por lo que deberá aprovisionarse
antes en río El Salto.
Siga igual rumbo al norte, bordeando
un bosque de coigües y notros sin
bajar a la quebrada hasta llegar a un
interesante bosque de canelos,
correspondiente al Hito Nº 18.
El canelo (Drimys winteri) se
encuentra en terrenos pantanosos
y junto a ríos y esteros entre el río
Limarí por el norte y el Cabo de
Hornos por el sur, a no más de 1.200
m.s.n.m. De tronco recto y cilíndrico,
alcanza unos 30 metros de altura y
hasta un metro de diámetro. La
corteza es lisa, de color gris claro,
gruesa y blanda.
Árbol sagrado de los mapuches,
quienes lo adoran y veneran, le
atribuyen propiedades mágicas.
La madera del canelo es muy
atractiva, por lo cual se emplea en
construcción, mueblería y
fabricación de instrumentos
m u s i c a l e s. N o s i r ve co m o
combustible, ya que al arder
produce humo picante.
Antiguamente, el canelo se utilizaba
para combatir el escorbuto, por ser
rico en vitamina C. Por sus taninos,
aceites esenciales, sustancias
antibacterianas y sales de fierro y
calcio, se usa en aplicaciones para
limpiar heridas y contra el
reumatismo, afecciones
estomacales, dolores de garganta,
sarna, tiña e incluso se le han
descubierto propiedades en el
tratamiento contra el cáncer.
Luego de admirar estos hermosos
ejemplares y sus cualidades,
retomando el recorrido desde el
Hito Nº 18, se entra en un bosque
mixto coigüe–canelo. Considere
unos 600 metros de subidas
pronunciadas, en partes con rocas
desnudas en peldaños, abundante
matorral y bosque adulto, por lo que
deberá tener especial concentración
al ir ascendiendo. Si bien requiere
esfuerzo esta subida, no deje de lado
los innumerables sitios que
permiten deleitarse con las amplias
panorámicas que dan respiro a este
ascenso.
Coincidente con el término de las
subidas, pocos metros más al
norponiente, ya descendiendo, se
topa con el Hito Nº 19, un
extraordinario mirador con más de
180º de visión. Recomendamos una
breve parada y tomar una fotografía
panorámica inigualable, sin olvidar
que en éste, como en muchos otros
sitios expuestos de esta ruta, los
fuertes vientos son algo recurrente,
alcanzando muchas veces
velocidades superiores a los 35
nudos, lo que dificulta el andar. Si
tiene la suerte de enfrentarse a ellos,
recuerde que se ubica en una de las
zonas del planeta más inestables
atmosféricamente, que llevan a
estos singulares fenómenos y
obligan sin duda a equiparse con
vestimentas cortavientos y térmicas
apropiadas para estas latitudes.
Desde el Hito Nº 19 camine unos
300 metros, siempre al norponiente
hasta obtener las primeras vistas a
distancia del Glaciar Grey. Considere
que son terrenos abiertos con
matorral en partes con bosquetes
de renovales en donde la huella es
menos precisa, sin embargo, en
menos de media hora deberá
obligadamente cruzar un cerco
bajando la ladera de la montaña. Ya
en la parte baja del valle, se retoma
una huella bastante clara directo al
norte, pasando por una interesante
comunidad de notros. Unos 200
metros más adelante, luego de
superar un escalón de roca de unos
5 metros de altura, en pleno
descenso en terrenos abiertos, se
llega al Hito Nº 20, un sitio predilecto
para quienes admiran con especial
cuidado, aquellos rastros que algún
día dejó en las rocas el pasar de
enormes masas de hielos con su
fuerza abrasiva. Son los glaciares de
Campo de Hielo patagónico Sur, en
especial del Tyndall y Grey que con
sus paulatinos retrocesos
cuaternarios dejan al descubierto
estas marcas, verdaderas líneas en
surcos, generadas por su constante
t ra n s p o r te d e d e t r i to s e n
permanente choque con la roca
madre.
Desde el Hito Nº 20, siempre
descendiendo por huella clara, a 800
metros más al norte del último hito
de interés, podrá observar una
laguna a su mano derecha. Procure
tomar ese mismo sentido en la
próxima bifurcación, ingresando a
un humedal rumbo al oriente. Sobre
él, existe una larga pasarela,
denominada “Puente Toro” que, sin
,
duda, le facilitará el paso. Tenga
especial atención en tomar
nuevamente su derecha una vez
haya cruzado el humedal, desde
donde, aproximándose al camino
público, aunque sin topar con él,
podrá continuar su marcha.
Continúe el recorrido, descendiendo
por terrenos abiertos, cruzando una
pequeña laguna por su extremo sur.
Bordear este hermoso cuerpo de
agua por huella clara hasta llegar a
un mirador, ideal para la observación
de avifauna característica de estos
ambientes, correspondiente al Hito
Nº 21. Una vez más, si es un día de
fuertes vientos, tome la debida
precaución.
En este sitio, podemos observar,
entre otras especies de aves, al Pato
Real (Speculanas specularis),
observable desde Aconcagua hasta
Magallanes, en ríos y lagunas de
zonas boscosas. De cabeza y cuello
trasero pardo oscuro con gran
mancha blanca delante de cada ojo
y en cuello delantero, esta hermosa
especie se encuentra normalmente
en los ríos torrentosos y lagunas
forestadas de las zonas boscosas.
Buscan generalmente los remansos,
pozos o charcos, pudiendo vérseles
en parejas o pequeños grupos
familiares. Omnívoros, buscan su
alimento en la orilla de un río o
laguna, evitando internarse en
campo abierto.
Anidan en los islotes pastados,
construyendo un nido voluminoso
forrado con plumón, tapándolo con
pastos y colocando normalmente
entre 5 y 7 huevos.
Desde el Hito Nº 21 siga hasta el
extremo norte de la laguna y desde
allí bordee el bosque de ñirres, donde
podrá contemplar en silencio la
belleza del cantar de numerosas
especies de aves que deambulan en
el bosque, entre ellas el Churrín del
sur (Scytalopus magelanicus) y el
Rayadito (Aphrastura spinicauda). Siga
la huella bien marcada, cruzando en
pocos minutos un pequeño arroyo
donde podrá abastecerse de agua;
sin embargo, no confíe, dado que en
periodos secos este arroyo se seca, lo
que le obligará a disponer de agua
del río El Salto durante todo este
último tramo.
Desde este pequeño arroyo, subir por
una pequeña escalinata, derivando
luego al oriente. A poco andar, se
sale a un sector abierto, teniendo la
posibilidad nuevamente de obtener
interesantes vistas del entorno.
Siga descendiendo paulatinamente
la ladera y llegará pronto a un
botadero de material rocoso,
producto de la construcción del
camino vehicular al río Serrano.
Cruce este botadero por un tramo
de algo más de 100 metros rumbo
al norponiente.
Luego de pasar un pequeño bosque
en huella clara, se inicia una subida
por terrenos abier tos con
abundante chaura y en donde lo
predominante son las vistas
panorámicas del macizo del Paine,
el glaciar Grey y lago Toro, que
distraerán sin duda la atención a
cualquier caminante. Al finalizar la
subida, se encontrará con el Hito
Nº 22, correspondiente al sexto
mirador de esta ruta, sitio ideal para
la contemplación de las últimas vistas
del macizo del Paine en compañía
del lago Toro. Recomendamos en
esta parte del recorrido, dado lo
expuesto a los fuertes vientos
provenientes del Campo de Hielo Sur,
abrigarse con vestimenta cortaviento
y térmica adecuada para estas
latitudes australes.
Desde el Hito Nº 22 la huella
desciende suavemente la ladera unos
200 metros hasta divisar por primera
vez en esta ruta el majestuoso río
Serrano. Continúe el recorrido
derivando al poniente, cruzando 3
pequeñas quebradas bañadas por
hermosos bosquetes, sitios propicios
para breves paradas de descanso que
lo protegerán de los fuertes vientos.
Luego de cruzar la tercera quebrada,
llegará a un nuevo mirador, Hito N°
23, el séptimo de esta ruta, en donde,
con condiciones climáticas con buena
visibilidad, permiten divisar el glaciar
y lago Grey, como asimismo el valle
del río Serrano que se nos aproxima,
anuncio claro de que nos acercamos
a la parte final de esta ruta
patrimonial.
Desde el Hito Nº 23, se sube
brevemente la ladera por una huella
delimitada por rocas, obteniendo
cada vez mejores vistas del valle.
Tome en consideración, si las
condiciones del tiempo empeoran o
bien requiere de un lugar protegido,
que a 400 metros más adelante del
último hito se pasa por un bosque,
sitio ideal para refugiarse. Si no es el
caso, siga descendiendo, pasando a
poco andar por una laguna rodeada
de centenarios coigües y lengas que
le dan una singular belleza al paisaje.
Desde la laguna suba por huella clara
y continúe por el bosque unos 200
metros hasta llegar a otro
interesante mirador de esta ruta,
correspondiente al Hito Nº 24, con
gran panorámica del río Serrano.
El río Serrano forma parte de una de
las principales hoyas hidrográficas
de la región. Nace como desagüe
del lago Toro y desemboca en el
fiordo de Última Esperanza. Presenta
una cuenca de 7.350 km2, con un
largo de 38 kilómetros. Su principal
afluente es el río Grey, además del
curso del río Paine que desembocan
en el lago Pehoe y Toro,
respectivamente. Su sistema de
alimentación es glaciar con aportes
nivales en verano. De aguas limpias,
este río es reconocido por la pesca
de Trucha Marrón y Trucha Arcoiris,
las cuales fluctúan entre 2 y 3
kilogramos.
D esde el Hito Nº 24 siga
descendiendo, ingrese a pocos
metros a un bosque renoval
achaparrado, para luego encontrar
una bifurcación de la huella. Tome
su derecha considerando que en
pocos minutos más se encontrará
de frente con una bella laguna y
unos metros más allá, tomando la
ribera izquierda, elHito Nº 25.
Falta muy poco para completar la
Ruta y acceder a un lugar donde
podrá pernoctar. En esta laguna
aproveche de tomar un respiro y
recuperar fuerzas para los últimos
kilómetros.
Reiniciado nuestro recorrido, tome
la senda que continúa la ribera de
la laguna, rumbo hacia el occidente.
Evite salir al camino. Continúe luego
hasta una zona despejada
dominada por un interesante
bosque adulto de lenga que
demarca el rumbo a seguir a través
de una huella abierta que permite
el paso por matorrales hasta una
nueva bifurcación. Tome la senda a
su derecha (la otra es una que
tradicionalmente ha sido usada por
arrieros). En esta parte del trayecto,
aunque no a la vista, se han
encontrado vestigios arqueológicos
importantes, tales como talleres
líticos, los que denotan la ocupación
ancestral del territorio por parte de
los pueblos originarios de estas
latitudes.
Continuando nuestra caminata
hacia el oeste comenzará un corto
trecho de empinadas subidas. Una
vez arriba caminaremos por un
sendero relativamente plano
bordeando siempre la ladera de la
colina y con espectaculares vistas
de las torres. Nos dirigimos hacia el
último hito de nuestra caminata.
Comenzamos ahora el descenso a
través de una huella desde donde
será posible divisar a plenitud la
zona de servicios fuera del Parque
Nacional Torres del Paine, el río
Serrano y el área de administración
del parque propiamente tal. Un poco
más adelante usted interceptará el
camino. Una mesa de información
y un panel de Bienvenida nos
indican que hemos llegado al Hito
N° 26, felicitaciones! ha terminado
la ruta. Por el camino podrá acceder
hasta la zona de servicios y tomar
un merecido descanso, junto con
reflexionar sobre el camino
recorrido y las maravillas naturales
apreciadas en estos 45 km de
contemplación, aprendizaje y
aventura por la Patagonia.
 
===La Cueva del Milodón===
 
La cueva del Milodón es hoy un
referente y un destino imperdible
para todo visitante de la Patagonia
chilena. Ubicada 24 kilómetros al
norte de la ciudad de Puerto Natales
se emplaza en la actualidad dentro
de las 189,5 hectáreas que conforman
el MONUMENTO NATURAL CUEVA
DEL MILODÓN. Este Monumento
Natural es uno de los tres que existen
en la Región de Magallanes y es lejos
el mayor y más visitado; sólo en el
año 2005 recibió más de 52.000
visitantes, de los cuales el 55% fueron
extranjeros.
Como Unidad, fue creada en el año
1978 y de esta manera se incorpora
al Sistema de Áreas Protegidas del
Estado y es administrada por la
CONAF.
EL DESCUBRIMIENTO DE LA
CUEVA:
Fue en el año 1895, cuando Hermann
Eberhard, colono alemán que se había
instalado en las vecindades en el año
1893, visitó junto a otros
acompañantes una enorme gruta o
cueva que por el oriente les llamaba
la atención, la que se abre en la ladera
occidental del cerro Benítez (51º36’ S
- 72º41’ O).
La cueva, de enormes dimensiones y
que se encuentra a unos 160 metros
sobre el nivel del mar tiene un alto
de 30 metros, unos 80 metros de
ancho o frente y se extiende más de
200 metros hacia su fondo o largo.
En febrero del año ya mencionado,
los visitantes se encontraron con un
trozo de piel seca que sobresalía
semienterrado en el empolvado
suelo. Junto con desenterrarlo
coincidieron en que nunca habían
visto algo similar, destacando el hecho
de que sobre los pelos se ubicaban
infinidad de huesesillos. El tamaño de
este trozo de piel era de
aproximadamente 1,50 x 1,00 metros.
Junto al trozo de piel encontraron
además el esqueleto de un cuerpo
humano al parecer incompleto.
El trozo de piel fue llevado a la cercana
E s t a n c i a Co n s u e l o, d o n d e
permaneció colgado y llamando la
atención de cuanto visitante ingresara
al distrito de Última Esperanza por
esta Estancia-Puerto. Entre tanto
visitante cobra importancia la
presencia en la cueva en el año 1896
del G eólogo Sueco
O tto
Nordenskjold, quien a la fecha dirigía
los trabajos científicos que
desarrollaba en Magallanes una
expedición de su país natal. En síntesis
Nordenskjold concluye que los restos
encontrados corresponderían a un
animal ya extinguido que denominó:
Neomylodón listai y que suponía
podía haber vivido hasta épocas
recientes y ser contemporáneo de los
humanos.
Al científico sueco le siguieron una
cantidad indeterminada de
naturalistas, investigadores y
estudiosos de las más distintas
nacionalidades que hasta la fecha no
cesan en esfuerzos por develar este
misterio e interés que no merma al
paso de los años.
CONCLUSIONES A LA FECHA:
Los restos encontrados corresponden
a un herbívoro de grandes
dimensiones que se extinguió a fines
del Pleistoceno (8.000 a 10.000 años
A.P.) El interés científico aumenta
cuando se reconoce que en el área
vivió el primitivo hombre Patagónico
cuya data se remontaría a unos 12.000
años A.P. Estos seres conocidos como
Paleoindios fueron cazadores
terrestres que se adentraron hasta la
zona de los fiordos.
El Milodón era además un mamífero
del orden de los endentados y de
andar plantígrado. Su desplazamiento
debió haber sido en las cuatro patas
o en sus dos patas traseras y
apoyándose en su poderosa cola.
RELEVANCIA CIENTÍFICA
ASOCIADA AL MONUMENTO
NATURAL:
El esfuerzo desplegado por los
investigadores es una tarea que se ha
prolongado por más de un siglo; sea
ya en la cueva principal, en las cuevas
menores y en los innumerables aleros
ubicados en el área ha hecho que
este sector sea reconocido como el
conjunto de yacimientos mejor
conocidos y documentados hasta
ahora para Chile y Sudamérica en
lo referido al poblamiento humano
primitivo y a la vida natural de esa
época.
Es así como estos trabajos y hallazgos
de restos han demostrado la
presencia en este rincón de la
Patagonia de otros representantes de
la fauna extinta como, por ejemplo:
Tigre Dientes de Sable (Smilodon sp.);
Gran Camélido (Macchauchenia);
Gran Oso (Arctodus pamparum);
Gran Zorro (Dusicyon avus).
ORIGEN DE LA CUEVA:
Poco ha cambiado el aspecto actual
de la cueva con el que tenía en el
momento de la presencia humana
primitiva y del Milodón propiamente
tal; salvo pequeños despren-
dimientos de conglomerado rocoso
y derrumbes algo mayores; pero que
igual son antiguos.
Con la confirmación de la existencia
de un gran paleolago denominado:
Paleolago de Última Esperanza que
existió hacia 12.500 años antes del
presente, factor determinante para la
generación de condiciones
ambientales propicias para el
asentamiento humano temprano se
han disipado muchas dudas y se
confirma que la Cueva del Milodón
es la muestra clara de un proceso de
descomposición de un estrato rocoso
de lutita ubicado bajo el nivel del
conglomerado. Favoreció a este
proceso de formación de la cueva la
acción de azote permanente del agua
del Paleolago de Última Esperanza,
el que posteriormente tuvo un
vaciado repentino pero que antes
talló y dio forma al paisaje actual.
 
 
==Tiempo esperado==
 
==Recomendaciones==
RECOMENDACIONESAntes de partir es necesario llevar:· Vestimenta completa impermeable(especialmente zapatos) y térmica paramayor seguridad y comodidad,considerando que en la ruta se presentancon frecuencia fuertes vientos y bajastemperaturas.· Botiquín de primeros auxilios.· Crema y lentes protectores de la radiaciónultravioleta.· Un mapa de la ruta y reloj para el cálculode los tiempos.· Bolsas para guardar su basura.Básicas:· Informarse previamente de lascondiciones meteorológicas, para unamejor planificación de la visita.· Haga el recorrido informado con lecturade la guía antes de comenzar cada tramo.La senda está completamente señalizadapara facilitar su desplazamiento, sinembargo, en sectores de la ruta donde lademarcación es difícil, debe considerarcomo parte de la señalización las cintasde colores amarradas a las ramas y lossenderos delimitados con hileras depiedras o ramas de árboles.· Ponga especial atención a los trayectossobre roca, según las condicionesclimáticas estás pueden estarextremadamente resbaladizas.· Considere las variaciones estacionales quepuedan alterar en parte, característicasflorísticas y acceso a agua mencionadasen esta topoguía.· Considere fluctuaciones en los tiemposde desplazamientos según estado físicoy carga trasportada. Recuerde que existensecciones de la ruta con subidasprolongadas que requieren buen estadofísico.· Se sugiere la utilización de bastones paraalivianar el recorrido del sendero.· Considere acceder o salir de la ruta sólopor los lugares habilitados para ello. Porningún motivo debe apartarse delsendero.· No extraiga ni altere elementos delpatrimonio natural.· No cace ni moleste la fauna nativa.· No extraiga especies de flora nativa.· No deje basura en la ruta, regrese con ella.· Acampe sólo en sitios autorizados.· Por ningún motivo haga fuego.· El lavado de su vajilla, ropa y aseopersonal, hágalo con jabón biodegradabley al menos a 60 metros de las fuentes deagua.  {{Topoguia|29}}
==Ruta en Google Earth==
*[[Media:.kmz|Ruta de...]]
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